martes, 6 de noviembre de 2012

El perdón




A lo largo de nuestra vida, habrá personas que nos traicionen o que nos hagan daño de una manera u otra.

Sentir resentimiento significa sentir una herida y un dolor interior que no se cura , un dolor que nos trae una y otra vez el recuerdo, las imágenes, las palabras, los actos que nos hicieron daño, es más, puede que incluso entremos en una espiral de sentimientos negativos y que esto nos haga estar de mal humor y tratar mal a otras personas que nada tienen que ver con este asunto. El rencor y el resentimiento pueden hacer que nuestra mente y nuestro espíritu se hagan cada vez más oscuros, que nuestra manera de  ver la vida esté influida por esos malos sentimientos, que tengamos un carácter triste o agresivo. Esto a su vez hará que el resto de  las personas nos traten con distancia y precaución.

El resentimiento y el enfado es un veneno que se nos mete en la mente y el corazón y que se queda en nuestro interior. Si no  lo sacamos, este  veneno se va expandiendo y nos  va envenenando más y más. Nos  convierte  en peores  personas, nos  cambia el carácter, los pensamientos. Repercute  en nuestra salud pudiendo provocar desórdenes digestivos, dolores de cabeza, úlceras... También repercute en nuestra personalidad y en nuestro entorno. Si queremos eliminar este  veneno solo podemos hacerlo a través del perdón.

 El  perdón no exime de culpa al ofensor, sino que libera al ofendido. Es necesario perdonar para tener libertad y librarnos de las ataduras que nos ligan a las personas que nos ofendieron.

 Si no perdonamos, estaremos siempre atados a la persona que  nos ofendió. Mientras no perdonemos, el daño que nos causaron será cada vez mayor. El perdón nos hace libres, el perdón nos limpia el corazón y la mente. El perdón nos da paz y serenidad, y nos  da fuerzas nuevas para caminar por la vida.

 

Pasos para perdonar a alguien:
a.. Identifica plenamente la herida específica que te hicieron, y la persona que se lo hizo.
b.. Decide perdonarla a pesar de lo que sientes en tu corazón.
c.. Expresa en voz alta tu perdón. Se lo puedes decir a alguien (o a la persona que te ofendió), o simplemente puedes expresarlo en voz alta aunque estés solo.

d.. También lo puedes decir mirándote al espejo, expresa tu perdón y repítelo de forma que tu mente lo asimile. Siente como el perdón que expresas te libera, te permite no volver a sentir el dolor y la rabia, siente como tu mente queda libre de esos malos sentimientos.
e.. Visualízate hablando con la persona que te causó daño, diciéndole todo lo que tienes ganas de decirle y, a continuación perdonándola y dejándola partir.

 El perdón es un mecanismo para que nuestro corazón sane de las heridas, para que nuestra alma y nuestra mente brillen.

Si quieres ser libre y cortar ataduras con las personas que te hicieron daño, perdona.

Si quieres tener paz interior y ver la vida de una manera optimista y alegre, perdona.

¿Qué te importa más? ¿Sentirte bien y libre de rencores, o, demostrar constantemente que estás enfadado por determinado suceso, o con determinada persona.?

Si para perdonar necesitas hablar con la persona que te ofendió y expresarle tu enfado, hazlo, habla con esa persona, saca tu rabia, explícale todo lo que te parece mal, háblale sobre el mal que ha hecho y, a continuación perdona para liberarte de una vez.

Si no puedes hablar con esa persona o, no puedes explicarle todo el daño que te ha hecho, entonces, expresa en voz alta tu enfado, y después expresa en voz alta tu perdón. Visualízate hablando con esa persona y perdonándola. Siente como tu corazón queda en paz y no tiene la necesidad de estar recordando continuamente eso que tanto daño te hizo.

Perdonar no significa olvidar, por supuesto podemos y debemos tener cuidado con aquellas personas que nos pueden hacer daño. Pero perdonamos para que ese daño no sea mayor, y para que el poder de esas personas sobre nosotros sea mínimo.

 


PERDONES INNECESARIOS
A veces tenemos que perdonar afrentas imaginarias. Esperamos que nos pidan perdón por ataques que solo están en nuestra imaginación o a los que les damos más importancia de la que realmente  tienen. Quizás, ni siquiera la persona que creemos que nos ha ofendido, es consciente de haberlo hecho.
 

Es importante tener claro cuáles son las cosas por las que merece o no la pena enfadarse. Debemos evitar enfadarnos por temas livianos o por asuntos sin importancia, de esta manera no estaremos continuamente a la defensiva y podremos seguir con nuestra vida sin tener que detenernos continuamente por cualquier contradicción. Y sin tener que dedicar nuestro tiempo y nuestra energía a solventar problemas que realmente solo existen porque nosotros le damos más importancia de la que tienen.

 

Para vivir más en paz con nosotros mismos y con las personas que nos rodean, es importante:

- Estar seguro de uno mismo y respetar las ideas ajenas, esto evitará en gran medida que nos sintamos ofendidos por cualquier cosa o comentario que no coincida con lo que pensamientos.

- Estar seguros de nuestras opiniones y no querer imponerlas a los demás

- Respetar las diferencias, esto hará que no nos enfademos por oir cosas que no coinciden con lo que pensamos.


 El rencor y el enfado puede provocar trastornos de distinto tipo: nervios, falta de sueño, mal humor, pensamientos negativos, depresión, úlceras, trastornos gastrointestinales, trastornos circulatorios.... De verdad, ¿no sería mejor evitar rencillas en la medida de lo posible? Aunque sea pensando de manera egoísta, y por nuestra propia salud mental y física.
Es muy aconsejable evitar las malas relaciones interpersonales. Más vale un perdón a tiempo, o un“dejar pasar” a tiempo que tener malos pensamientos y estar atados a sensaciones negativas durante mucho tiempo.

 

 

PERSONAS TÓXICAS

 Existen personas que continuamente están enfadadas, a la defensiva, que se ofenden por cualquier cosa, que constantemente reclaman que se les pida disculpas, que siempre tienen alguna razón para estar ofendidas con alguien. Personas que siempre buscan el lado negativo en lo que se dice o en lo que se hace, personas que se fijan más en la parte negativa de los demás que en la positiva. Suelen estar constantemente criticando al prójimo, y son tendentes al pesimismo y el mal humor.

Son personas predispuestas a los enfados y rencores,  que dan vueltas y vueltas a las palabras de los demás hasta que encuentran algo ofensivo en ellas.

Estas personas crean muchos conflictos, siempre encuentran algún motivo de discusión, y también  suelen encontrar motivos para que los demás discutan y se sientan mal.

Es importante no seguirles el juego, debemos ponernos una coraza para que sus  palabras (su veneno) no nos traspase. Debemos pensar que, en el fondo, son personas infelices y muy pobres de espíritu.
Si conoces a alguna de esas personas, ponte en guardia, si puedes, evítala en lo posible. Si es una persona cercana y que te importa, intenta explicarle su fallo e intenta que modifique su manera de actuar. Si no puedes hablar con ella y tampoco te puedes alejar, entonces evita entrar en su juego, porque si lo haces estarás en conflictos constantes, te envenenarás.
 

Debemos estar por encima de cualquier comentario, no pensar siempre que las cosas se dicen con mala intención. Dedicar nuestro tiempo y nuestro esfuerzo a ser felices y a estar en armonía con los demás, y no al contrario.
 


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Vive la vida a tope, perdona y libérate. Libre de cargas innecesarias podrás perseguir tus sueños con más fuerza y más optimismo. Tu vida será más auténtica y feliz.

Limpia tu alma y tu mente. Perdona y mira hacia el presente y el futuro, y no hacia el pasado. El pasado no se puede cambiar, pero si podemos modificar la forma en que ese pasado repercute en nosotros.
 


Si te quieres a ti mismo, perdona. Te harás un gran favor.



Hasta el próximo post. Felices días para tod@s!

Mer Muñoz

2 comentarios:

  1. Querida Mer, este es para mi uno de los mejores artículos y el mejor tema, porque generalmente no somos conscientes en absoluto de las ataduras al pasado que nos producen el resentimiento y la rabia constantes hacia personas y situaciones que fueron destructivas.
    Entender el Perdón es la CLAVE DEL ÉXITO.
    FELICIDADES POR TAN BELLO ARTÍCULO. Un gran beso!

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  2. Muchas gracias querida Mayte por tan bonito e ineresante comentario. Siento tu conexión. Un abrazo.

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