domingo, 29 de junio de 2014

Los Miedos




Todos tenemos miedos.

Miedos de muchos tipos.

Esos que están ahí desde hace mucho, tanto que ni nos acordamos.
Esos que se deben a alguna circunstancia especial de nuestro pasado.
Esos recientes debidos a nuevas experiencias.


Algunos son transmitidos por nuestros padres o personas de nuestro entorno.
Otros son traspasados a través de la educación. La educación y las vivencias de nuestra existencia tienen mucho que ver en los miedos que tenemos y vamos acumulando. Muchas veces nos educan para evitar peligros y no para enfrentarnos a los problemas.
Otros son aprendidos por las nuestras vivencias.

A veces comenzamos a huir de algo simplemente por comodidad o por evitar ansiedad y ese algo se convierte en un miedo. Cuanto más huimos mas
grande se hace el miedo.


Nosotros creamos nuestros propios fantasmas, nosotros los hacemos  más y más grandes con nuestros pensamientos y con nuestras conductas.



Cuando llevamos mucho tiempo huyendo de algo, ese algo se hace como un gran monstruo al que evitamos cada vez más, nos parece imposible e irracional no  huir. y cuanto más lo evitamos más grande lo hacemos.
Al final, de tanto evitarlo, ni siquiera nos planteamos la duda de poder dejar de hacerlo. Nuestro subconsciente ya responde automáticamente y dejamos de ser conscientes de que parte de nuestro tiempo lo dedicamos a huir de... Esto, al mismo tiempo nos hace cerrarnos puertas.


pero, ¿que pasaría si decidiésemos dejar de huir y nos enfrentásemos a esos fantasmas?

Lo más probable es que nos diésemos cuenta de que llevamos mucho tiempo dedicando esfuerzo y tiempo a huir de algo que no es tan horrible como nos imaginábamos. Al darnos cuenta de ello, ese fantasma dejará de  ser un gran monstruo invencible y dejaremos de tener esa necesidad de evitarlo a toda costa.


Si nos enfrentamos, eliminaremos el fantasma. Si nos enfrentamos nos quitaremos esa gran amenaza de encima.
Cuando nos enfrentamos, tenemos la oportunidad de ver con más objetividad y claridad qué es  exactamente eso de lo que estamos huyendo.


Los miedos  son de muchos tipos, miedo a las relaciones sociales, miedo a hablar en público, miedo a comenzar una nueva relación, miedo
a  enamorarse por no sufrir, miedo a emanciparse, miedo a ser independiente, miedo a dejar una relación, miedo a comenzar un nuevo proyecto,
miedo a volver a ilusionarte, miedo a  confiar en alguien, miedo a defraudar, miedo al que dirán ...


A veces el miedo se disfraza de pensamientos de otro tipo, no sabemos que tenemos miedo a algo, y simplemente evitamos ciertas circunstancias con escusas como "eso no me interesa", "ya estoy acostumbrado a vivir así", "eso no es para  mi", "yo no confío en la gente", "yo no valgo para eso" ...
Si hay algo que no queréis hacer y no sabéis muy bien por qué, sería bueno que os preguntaseis si realmente no lo queréis hacer o es que tenéis miedo.

Pregúntate, ¿a que tengo miedo? ¿que evito constantemente? ¿por que no me decido a hacer eso que quiero  hacer? ¿por que no comienzo ese proyecto? ¿por qué no comienzo una relación con...? ...

Haz una lista de cosas que te gustaría hacer, y pregúntate por qué no las haces, es muy posible que te descubras algún miedo oculto o no tan oculto.


Haz una lista de tus miedos, Siempre es bueno conocerlos.
Intenta enfrentarte poco a poco a tus miedos, deja de huir, deja de evitar.
Enfréntate a tus miedos y haz más  pequeños a tus fantasmas y más  grande a ti mismo.



Miedo a las emociones.

Este es un miedo muy común y que nos hace evitar muchas situaciones en nuestra vida. Tenemos miedo de sufrir, a llorar, a emocionarnos, a ilusionarnos, a desilusionarnos,  miedo al miedo.

Si tenemos miedo de sentir, entonces nos atamos a la hora de vivir experiencias nuevas y enriquecedoras.

Si evitamos posibles desilusiones o  posibles desengaños, entonces también estaremos evitando posibles nuevas ilusiones y nuevas esperanzas. Cerramos la puerta a mejorar nuestras vidas y a introducir novedades para vivir con intensidad e ilusión.

Cuanto más miedo tengas a las emociones, más te conformarás con lo que tienes, aunque eso que tienes no te haga feliz.






Felices días de mejorar tu vida. Felices días  de eliminar fantasmas. Felices días de enfrentarse con valor  y decisión a tus miedos.
Abre las puertas  a nuevas ilusiones.
¿Te atreves?


Mer Muñoz
 
 
                 
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sábado, 7 de junio de 2014

Hipnosis clínica, subconsciente y visualizaciones




Cómo llegar al subconsciente.

Existen multitud de técnicas para relajar el consciente, dejarlo a un lado y acercarse más al subconsciente.

De hecho, en nuestra vida cotidiana, esto sucede a menudo sin que nos demos cuenta. Cuando estamos absortos en nuestros pensamientos, en algún recuerdo, cuando estamos viendo una película y nos olvidamos de nosotros  mismos, cuando estamos recordando algún suceso y nos olvidamos de donde estamos o cual es nuestra realidad en ese momento... En todas esas situaciones estamos dejando a un lado nuestro lado consciente y estamos adentrándonos en el subconsciente.

Una manera de ayudar a acceder al subconsciente es la relajación. Cuando nos relajamos tenemos más facilidad para dejar a un lado el consciente, para no estar tan alerta de todo, para minimizar esa barrera del consciente que continuamente está filtrando la información con la que trabajamos y actuamos. Al mismo tiempo tenemos más facilidad para imaginar y visualizar, sin las barreras propias del consciente.

La relajación combinada con la concentración en ciertas experiencias y con las visualizaciones, nos ayudan a adentrarnos en nuestra mente subconsciente, en la cual tenemos todas las vivencias y experiencias de nuestra vida.

La parte subconsciente es como una enorme grabadora donde se va quedando todo (lo que oímos, lo que nos dicen los demás, lo que vivimos, olores, sonidos...). Muchas veces tenemos vivencias que no recordamos a nivel consciente pero que si están ahí, en nuestro subconsciente, y adentrándonos en el podemos acceder a estas vivencias. A veces son vivencias que nuestra consciente ha filtrado por dolor, o por ser algo desagradable que no queremos revivir.

Si accedemos a esta vivencias, ya sean experiencias bloqueadas o no, al revivirlas desde un punto de vista más maduro y más sabio, podemos comprender muchas cosas sobre nuestra personalidad o maneras de actuar.

Al mismo tiempo, al revivirlas de otra manera, podemos hacer que nuestro subconsciente tenga otro tipo de vivencias, otro tipo de alternativas a los  problemas vividos, y esto hará que el tipo de mensajes que envíe el consciente sean mas adaptativos.

Además podemos utilizar las técnicas de visualización y experimentación en imaginación para crear experiencias y vivencias positivas en nuestro subconsciente. y para dar órdenes a nuestra mente, estas órdenes se quedarán en nuestra mente y poco a poco irán enviando mensajes más positivos y adaptativos.

Revivir experiencias negativas de la infancia desde la perspectiva de nuestro yo adulto. ayudar a ese niño indefenso y proporcionar a nuestro subconsciente otras alternativas.

visualizar experiencias deseadas, ver nuestra mejor versión como algo posible y real, crear posibilidades y metas en nuestro subconsciente.


Feliz acercamiento a nuestra mente subconsciente!
 
Mer Muñoz
 
 
 
 
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